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Pocos, o quizá ningún jingle de un partido político, habían tenido tanto impacto mediático como el de Movimiento Ciudadano, que en los últimos días ha trascendido la esfera estrictamente política, para ser tema de conversación en las sobremesas de los restaurantes, pretexto para crear animaciones, o convertirse en material para los DJ en los antros, o como éxito en Spotify.

 

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Obviamente, el éxito de la melodía, debió sorprender hasta a sus creadores. Nadie esperaba semejante impacto. Podemos decir que el éxito de una campaña de mercadotecnia (no solo política, sino de otros ámbitos) es realmente efectiva cuando trasciende ese círculo y comienza a ser parte de la vida cotidiana de las personas.

Eso ocurrió con este divertido jingle. Se salió de la política, para masificarse. Viralizarse, dicen hoy. Su producción –visual y musical- sobresale entre el mediocre material que solía presentarse antes en las campañas políticas, en las que era común que los partidos pirateaban canciones ya exitosas en lugar de crear melodías propias.

Todos conocen ahora la pegajosa melodía de “Movimiento Naranja”. ¿Pero quiénes están detrás de este material, que aunque le duela a muchos, ha sido tan exitoso?

La estrategia de crear música original para fortalecer la campaña de mercadotecnia electoral del partido Movimiento Ciudadano, con producción de alta calidad, de estándares similares a los de las grandes compañías discográficas, fue concebida en el seno de EuZen Consultores, que dirige Rafael Valenzuela. Este estratega político hizo la campaña de Xiomara Castro, en Honduras, en 2013. Desde 2009 ha sido estratega de Enrique Alfaro y desde 2012, de MC, a nivel nacional.

El renglón musical se le encargaron a Moy Barba, una celebridad local y vocalista de Barrio Zumba, un grupo de pop tapatío, que ya había tenido éxitos como «Contento».

Antes había elaborado material musical para reconocidas marcas de calzado deportivo y para los Juegos Panamericanos.

La parte visual, la emprendió La Covacha, Gabinete de Comunicación, una empresa que también forma parte del conglomerado en el que está inserto Euzen e Indatcom, compañía que cobró notoriedad a nivel nacional en 2016, cuando se les filtró el padrón electoral en internet.

Moy Barba escribió varias canciones para MC, entre ellas “Movimiento Naranja”, en 2014. Su versión original, no pegó tanto, pero sí tuvo la notoriedad suficiente para hacer distintas versiones en el futuro. En una, se recorrían distintos lugares del país mientras se entonaba la canción. En otra, los hijos de algunos candidatos de Movimiento Ciudadano, cantaban la canción alegremente. Esta última versión fue el antecedente inmediato a la que ahora, ha causado tanto alboroto.

A finales de 2017, Valenzuela y su equipo deciden darle una refrescada al tema musical. Para ello, se tuvo la idea de invitar a Yuawi López, niño wixarika de 9 años de edad y vocalista del conjunto “El Venado Azul”, formado por su padre en 1993 y en el que cantaban en su lengua originaria. Con “El Venado Azul”, Valenzuela ya había trabajado el año pasado en la campaña electoral de Nayarit.

Yuawi tenía cierto nivel de fama porque participó en el reality show La Academia Kids, de TV Azteca, en 2014. Además apareció en el tema «Guadalajara, Guadalajara», como estrategia de la marca ciudad de los municipios metropolitanos- gobernados por MC-, junto a rockeros de grupos como Caifanes, Cuca, Telefunka, Barrio Zumba, entre otros.

El resultado, fue inesperado para todo mundo. El carisma del intérprete infantil, aunado al talento musical de Moy Barba, y los inteligentes arreglos para adaptar el sonido a la música tradicional de esa región, se tradujo en el trancazo que ya todos conocemos.

Quien diga que este éxito estaba presupuestado, mentiría. Fue toda una sorpresa. Lo que sí, es que ni tardos ni perezosos, al darse cuenta de la efervescencia que generó el entrañable Yuawi, los candidatos de Movimiento Ciudadano se subieron al tren del mame para aparecer con él en sus redes sociales. Había que aprovechar el estirón.

Y así como el éxito de la canción fue mayor al esperado, tampoco se podía controlar que personas insensibles hicieran circular memes o comentarios racistas, cobijados en el anonimato del internet. Pero eso no es culpa del spot, sino de la escasa educación y sensibilidad de algunas personas.

En lo personal, el spot no me parece denigrante. Al contrario. Creo que es una buena idea que sobresale en medio de spots grises y acartonados a los que nos tienen acostumbrados los políticos tradicionales. Cumple en pocos segundos con su objetivo: generar un posicionamiento de marca, tan necesario en la mercadotécnica electoral. Y con un fin noble: ser incluyentes.

¿Qué no hay ideas, ni propuestas en el spot? El fin de este jingle no era eso. Ya vendrá el tiempo adecuado en la etapa de campañas y en los debates de candidatos.

Es absurdo que haya quienes se desgarren las vestidura y no entiendan de qué se trata esto: un jingle divertido, tierno e incluyente. Y que musicalmente, suena muy bien. Se vale.